Feliz 2019: mejor cuarta transformación que más años de corrupción

“Como cada año mi solidaridad y afecto para mi amigo de siempre Federico Arreola Castillo”.

José Luis Camacho Acevedo.
Tlaxcala, Tlax. México.

Andrés Manuel López Obrador es un político consistente y confiable.

Tiene en su perfil personal plausibles rasgos de tenacidad que son mayores a sus rasgos de terquedad.

Siempre ha sido, y creo que lo seguirá siendo, un personaje polémico y a veces controversial. Pero su verticalidad política y su constancia en la lucha por las más urgentes causas sociales del país son atributos que muy pocos le regatean.

El llamado gobierno de la Cuarta Transformación sigue ofreciendo a los mexicanos una gestión pública transparente, sin corrupción ni impunidades.

Hasta el momento esa oferta se ha cumplido.

Los mexicanos estábamos hartos de tantas señales de corrupción e impunidad que se dieron en los gobiernos de alternancia entre el PRI y el PAN.

Por ello la alta aprobación obtenida en sus primeros 25 días de gestión por Andrés Manuel López Obrador, que es de un 8.8 según la científica medición de César Morones, director general del prestigiado Instituto Mexicano de Opinión (IMO), refleja la esperanza de una sociedad que anhela mayores niveles de bienestar y un gobierno que destierre corrupción e impunidad como forma de hacer política.

La condena mediática, que es un reflejo de un juicio popular, que pesa sobre los cinco gobiernos federales pasados, cuando menos, (Peña, Calderón, Fox, Zedillo y Salinas) es ya una impronta de inconformidad reflejada en los 32 millones de votos con los que AMLO llegó a la presidencia de México.

Hoy cerramos con esta columna nuestro ciclo correspondiente al año 2018.

El próximo miércoles estaremos nuevamente en este fascinante quehacer del periodismo informativo, analítico y crítico.

Deseamos a todos nuestros lectores un gran año 2019.

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