¡Queremos trabajar mucho menos!

(11/OCT/2016) Mucho menos horas de trabajo formal, no significa tener un mayor grado de satisfacción personal en Alemania de acuerdo a una encuesta del ISSP en 32 países (México incluido).

Menos horas de trabajo formal, deberían hacer mas fácil conciliar familia y trabajo. Sin embargo, dicho estudio multinacional muestra que, irónicamente, quienes trabajan en resumen menos, tienes mas quejas.

¿Por qué?

La principal hipótesis radica en el tiempo que la madre o el padre tienen que dedicar al cuidado de los hijos, principalmente en edad pre-escolar.

¿Dónde termina el trabajo y comienza el tiempo personal? Ésta pregunta desconcertante es casi imposible de responder con claridad, más aún conocido el tiempo de la accesibilidad permanente tanto al ámbito laboral-formal como al familiar.

Hace mucho tiempo que los legisladores que trabajan con el problema han asumido que los objetivos de una reducción del tiempo laboral, requiere determinar límites más claros entre trabajo formal y familia. Crear menos estrés y mas espacio con el fin de ocuparse de los asuntos individuales a través de definir mas precisamente la vida laboral. Los legisladores creen que un medio para lograr esto es el tiempo que debe de trabajar como máximo un empleado por semana para comprometerse por ley.

Legalmente en Alemania hay 48 horas por semana. Empero, el trabajo real es, sin duda, un promedio de cerca de 41 horas de acuerdo con la propia encuesta del ISSP ya referida en la que se examina como ya se dijo, a 32 naciones (México incluido).

En la mayoría de los países industrializados son de alrededor de 40 horas, la norma. Ahora, es de suponer que, en los países donde el promedio de tiempo de trabajo semanal es mas bajo, los trabajadores se quejan con menor frecuencia acerca de la dificultad para conciliar la vida laborar y la familiar.

El pensamiento de Leha Ruppanner y Daniel Maule, dos científicos de la Universidad de Melbourne y la Universidad de Cincinnati, han examinado la encuesta del ISSP y han llegado a una conclusión sorprendente.

Menos horas de trabajo formal, equivale a más problemas con la compatibilidad de la vida familiar, especialmente de la pareja.

La mayoría de los problemas están en la conciliación del trabajo y la familia que se dieron solo a los empleados de países donde tienen menos tiempo para el trabajo formal, incluyendo a los países con permiso parental (los escandinavos principalmente).

Para los países con más horas de trabajo formal, se mostraron menos inconformes de las dificultades cotidianas, entre el trabajo y la familia.

Para los autores, esto se debe a las ya crecientes altas expectativas de los países industrializados cuyas familias expresan una mejor conciliación entre menor trabajo-mayor integración familiar. Esto en realidad ocurre justo lo contrario.

Esto se explica especialmente en países como Canadá. Dinamarca y Suecia por poner 3 ejemplos destacados, así como en los Países Bajos (Holanda): El tiempo medio de trabajo, de acuerdo con el ISSP solo es casi 34 horas a la semana, y poco más del 45% de los trabajadores quieren tener jornadas semanales aun de menor tiempo.

Mayores expectativas despiertan resentimiento.

¿Cuál es la ventaja de una reducción de funcionar lo menos posible en el trabajo formal?

Mientras en la conveniencia más armoniosa de trabajo y la vida privada aumentan las expectativas, al mismo tiempo por una mayor armonía, incluso las mas mínimas fallas ya sea en el trabajo formal, como en la vida familiar, caen en peso negativo y hace que sea mas rápido crear un ancho de descontento por una mayor armonía.

Es cierto que detecta el estudio con un enfoque en el trabajo formal, la posibilidad de trabajar desde casa. Al ministerio del interior, la separación del trabajo y la vida familiar es aun más complicada.

También se refuerza ésta percepción con los aspectos culturales de cada nación, como lo muestra la encuesta del ISSP, por lo que en países donde especialmente hay un énfasis en lo colectivo, como Japón y Taiwán por ejemplo, hay menos molestias.

Al mismo tiempo, igualmente en los países individualistas tradicionales donde se trabaja mucho como en México por ejemplo, tampoco existe el problema de la co-existencia y la buena conjugación entre trabajo y familia.

Los anteriores argumentos que estos diferentes origines culturales afectan en su percepción de los problemas de conciliación del trabajo y la familia. Las disposiciones legales en materia de limitación de las horas de trabajo no tuvieron un efecto significativo en la expectativa creada.

Para Ruppanner y Maule hacia el final, las leyes del tiempo de trabajo son completamente inútiles, Solo ellos a saber, han aumentado la conciencia del problema y han alimentado la expectativa de un mejor equilibrio entre la vida familiar y la vida laboral.

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